jueves, 3 de septiembre de 2009

¿Cómo es la Belleza?

Según los distintos autores, entre ellos Martha Frassineti de Gallo y Grabiela Salatino, cuando decimos que la belleza es objetiva significa afirmar que se encuentra en la realidad exterior al sujeto que la capta (ya sea esté en las cosas sensibles, en otro mundo distinto del que percibimos, en Dios o en otro lugar).
Éstos pueden afirmar que reside en un cierta proporción o armonía de los elementos que componen un objeto o en un equilibrio en las formas.

Cuando decimos que la belleza es subjetiva implica que está dentro del sujeto que la aprecia, pero la expresión “sujeto” a su vez es ambigua. ¿De quién estamos hablando? ¿Del ser humano como tal? ¿De cada individuo en particular? ¿De un grupo social? Si optamos por esto último ¿se tratará de los miembros de una clase social determinada, de los miembros de una elite cultural o de los que comparten un mismo período histórico? Aquí la belleza dependerá del gusto, ya sea de cada individuo o de cada grupo social; si se conserva que el gusto depende de cada grupo social se aceptará que se lo puede cultivar, pero no necesariamente se lo aceptará en el caso de considerar que el gusto depende de cada individuo.

Al mismo tiempo, las autoras señalan que el que sostiene que la belleza es absoluta está convencido de que es única y que puede ocultarse en algunas épocas y aparecer en otras o bien ocultarse para ciertas personas y revelarse para otras.
Alguien que pertenece a la corriente neoclásica en artes plásticas puede considerar que sólo el ideal de belleza que los griegos plasmaron en sus pinturas, esculturas y obras arquitectónicas es válido, por es habría que volver a él e imitarlo, sin importar en qué época vive el artista.Lo difícil, desde esta posición, es justificar los cambios de criterios frente a la obra de arte que nos presenta la misma historia del arte, por ejemplo, la pérdida de vigencia posterior de algunas obras consideradas valiosas en el momento histórico en que aparecieron.

Por otro lado, quien afirma que la belleza es relativa tendrá que aclarar, como se hizo antes en relación con el tema de la subjetividad, si esa relatividad tiene que ver con cada una de las personas, con los miembros de una clase social o de una elite cultural o con los que comparten un mismo período histórico entre otros grupos.Desde esta posición no resulta fácil explicar la persistencia de algunas obras que han sido juzgadas como de gran belleza a lo largo de extensos períodos históricos.

En síntesis, los opuestos mencionados antes (absoluto – relativo, objetivo – subjetivo) no son independientes entre sí.
Si alguien sostiene que la belleza es absoluta, tiene que admitir al mismo tiempo que es objetiva, o sea, que está fuera de nosotros.Si sostiene que es subjetiva; puede decirse que es intersubjetiva, es decir, dependiente de alguna condición de su captación propia de todos los seres humanos, y en ese caso se la considerará relativa a nuestra estructura cognoscitiva o a nuestra sensibilidad. O bien, puede adoptarse alguna otra forma de subjetividad –sociocultural, histórica– y en ese caso considerará la belleza relativa a un marco sociocultural en el primer caso y a un período histórico en el segundo.

Sacar la Filosofía a la calle



Aquí nos encontramos con un video del programa Filosofía Aquí & Ahora de Canal Encuentro de Argentina. El mismo es conducido por José pablo Feinman y en él explica lo siguiente: La filosofía y la condición finita del hombre; el pensamiento autónomo y el estado de interpretado; el medioevo y la teología: la historia en manos de Dios, el poder pastoral y la Inquisición; Cristóbal Colón y René Descartes: el descubrimiento de América, la conformación de un sistema mundo y el surgimiento de la subjetividad capitalista; el hombre de la burguesía: ahora ocupa la centralidad y comienza a hacer la historia.